En un hospital, cada segundo cuenta. No se trata solo de mantener luces encendidas o equipos funcionando: se trata de proteger vidas. Un corte en el suministro eléctrico puede interrumpir una cirugía, desactivar equipos de soporte vital o comprometer la cadena de frío de medicamentos esenciales. Las consecuencias no son menores ni tolerables.
Por eso, contar con un grupo electrógeno para hospitales no es un lujo ni una opción secundaria: es una necesidad crítica y estratégica. Es el sistema que garantiza que, pase lo que pase, la atención médica no se detenga ni por un instante. La salud y la seguridad de los pacientes dependen de una energía continua y confiable, incluso en situaciones de emergencia.
Un grupo electrógeno es un sistema que genera electricidad a partir de un motor, generalmente diésel o gas. En los hospitales, estos equipos están conectados a sistemas automáticos que detectan cuando se interrumpe el suministro eléctrico y se encienden en pocos segundos, garantizando energía continua.
Aunque suene extremo, hay casos documentados de hospitales que sufrieron apagones sin tener un sistema de respaldo operativo. En algunos, cirugías tuvieron que ser suspendidas. En otros, pacientes en UCI fueron trasladados de emergencia. Estos incidentes no solo ponen en riesgo vidas, sino que afectan gravemente la reputación del centro y pueden tener consecuencias legales.
Un grupo electrógeno no solo protege a los pacientes, también protege la infraestructura, el equipo médico y la responsabilidad del hospital ante cualquier imprevisto.
Aunque los grupos electrógenos se utilizan en muchos sectores, si nos centramos en el uso hospitalario es fundamental que cuenten con las siguientes características:
No todos los grupos electrógenos son adecuados para cualquier hospital. Para elegir el correcto, es fundamental analizar factores como la potencia necesaria según el tamaño del centro y sus equipos críticos, el tiempo de autonomía requerido, la ubicación del generador (ya sea en interiores, exteriores o salas técnicas) y el cumplimiento de normativas locales sobre emisiones, seguridad y niveles de ruido. Por eso, es clave contar con una empresa especializada que sepa dimensionar correctamente la instalación y garantizar su funcionamiento fiable en todo momento.
Instalar un grupo electrógeno para hospitales no solo es una medida de emergencia, también es una inversión estratégica con beneficios claros a medio y largo plazo.
Con un grupo electrógeno bien dimensionado, el hospital puede seguir funcionando con normalidad incluso ante fallos prolongados en la red eléctrica. No hay interrupciones, ni improvisaciones, ni riesgo de pérdida de pacientes o equipos.
Una sola caída de luz sin respaldo puede suponer un coste enorme: suspensiones médicas, traslados de pacientes, deterioro de material sanitario y pérdida de datos clínicos. El generador evita esos gastos imprevistos, que muchas veces superan con creces el coste del equipo.
Muchos centros sanitarios están obligados por ley a contar con sistemas de respaldo eléctrico. Cumplir con estas normativas no solo evita sanciones, sino que mejora la imagen del hospital como un espacio seguro, preparado y confiable.
En situaciones de crisis como tormentas, incendios o fallos regionales de suministro, un hospital con grupo electrógeno propio puede seguir prestando atención sanitaria, incluso cuando otros centros se ven forzados a cerrar o evacuar.
Instalar un grupo electrógeno no es suficiente. En un hospital, el mantenimiento preventivo y correctivo es vital. Revisar niveles, cambiar filtros, hacer pruebas de arranque automático y supervisar que todo funcione correctamente puede marcar la diferencia entre un sistema que responde… y uno que falla en el peor momento.
En Comoli Maquinaria sabemos lo que está en juego cuando hablamos de hospitales. Por eso, ofrecemos soluciones completas en grupo electrógeno para hospitales, desde el análisis inicial de necesidades hasta la instalación, el mantenimiento periódico y la reparación en caso de que sea necesaria.
Nuestros equipos están diseñados para ofrecer máxima fiabilidad, bajo consumo y fácil integración con sistemas hospitalarios. Además, contamos con asistencia técnica 24/7 y repuestos siempre disponibles, porque entendemos que la salud no espera.
Si gestionas una clínica, centro médico u hospital, y necesitas asegurar tu suministro eléctrico, ponte en contacto con nosotros. Estaremos encantados de aconsejarte para encontrar la solución adecuada.
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